«No podia aguantar más mis ganas de achuchar esa barrigota suave y acariciarte, asi que después de esperar mi turno para la foto con paciencia, lo primero que hice al entrar y colocarme ante la cámara, fue agarrarme a ella y abrazarte.

Cuál fue mi sorpresa, que cuando lo hice empezaste a ronronear, un ruidito que emitias que me encantaba, que me transmitia tranquilidad y paz,…

Acabábamos de conocernos y sólo había en ti muestras de cariño y amor, lo demostraste con creces regalandonos millones de besos, besos tan inocentes y puros como cualquier otros, esos besos que por desgracia muchas personas que juzgan una raza, no tendrán la suerte de tenerlos, porque vivimos en una sociedad donde se culpa a un animal por el error del hombre, donde se juzga al inocente, se le cuelgan etiquetas y se le quitan derechos, pero lo más triste es pensar que cuántos besos y caricias se pierden por culpa de la ignorancia, en un mundo dónde escasean las tiramos cómo sino valiesen nada, todo ésto por una razón, damos más valor a la crueldad, y eso amigos, sólo lo crea el ser humano, por eso, yo estoy con Thai, y lo estaré siempre, estaré siempre a favor del cariño, el respeto y del amor incondicional.

Gracias Thai, por dejarme abrazarte, enriqueciste mi alma.»