«No hay lealtad tan infinita como la que te puede dar un perro.
En nuestro caso el hecho de tener un perro catalogado como “PPP”, nos divide del resto de la sociedad de perros que tienen “perros potencialmente peligrosos y los que no lo tienen”, ya que se crea una injusticia social, y para nosotros es una ley con calificativo de racista. No es lógico demonizar a una raza por sus atributos físicos sin haber tenido en cuenta otros factores igual de determinantes o, si cabe aún más importantes, como puede ser su carácter y la educación que ha recibido cada perro por parte de sus dueños.
Hay que abrir los ojos al mundo, hacer ver que en muchas ocasiones, los perros son los que nos rescatan a nosotros en diferentes circunstancias de la vida, y a ellos no les importa como sea tu color de piel, tu color de pelo o tu color de ojos, porque no te catalogaran por ningún tipo de raza, si no que serán fieles a ti, el resto de su vida..»