«Cuidado que viene el chico del ppp, ata a Gala no la vaya a hacer algo»
«Mira, ya viene un perro peligroso por ahí suelto y sin bozal ¡es que vamos no poder ir con nuestros perros tranquilos por el campo!
«Ahora los defiendes y bien pero cuando la hagan algo ya me contarás»
«Si si, si son muy buenos y todo lo que tu quieras pero hasta que atacan, ahí ya… y tu perra tiene un bocado»
«Vas tan tranquila por el camino y derrepente te aparece un pitbull y solo puedes rezar que no pase nada» y eso me lo dijo una persona que tiene una pitbull eh!
Y un largo etc.
Normalicemos esas situaciones porque todos esos comentarios de gente son puros prejuicios que tachan a un perro únicamente por su raza de agresivo, antisociable y un devorador de perros pequeños sin ni si quiera conocerlo, sin observar ese lenguaje que tienen todos los perros sin distinción de razas que nos permite saber mejor el carácter e intenciones de cada perro en concreto y olvidarnos de esos prejuicios que tanta ignorancia y daño hacen.
Normalicemos el que un perro pequeño esté con un Amstaff, Pitbull, Rottweiler y cualquier perro sentenciado por esa ley que no sirve para nada porque el foco debe ir enfocado a la tenencia responsable de las personas y no hacia los perros.
Porque un perro pequeño y un «ppp» estén juntos no es una excepción, algo raro o una irresponsabilidad por parte de la persona del perro pequeño, en realidad son dos perros socializando, jugando, paseando o conviviendo pero no un perro y «una máquina de matar»
Si nuestros fieles compañeros no prejuzgan ¿Por qué nosotros sí?
Aprendamos de ellos, normalicemos lo natural y normal.